Para la Federación de Enseñanza de USO, el Real Decreto aprobado el pasado 1 de junio en el Consejo de Ministros que regula la situación laboral de los profesores de Religión de los centros públicos contiene las principales reivindicaciones de la Federación de Enseñanza de USO, organización a la que pertenecen muchos profesores de Religión.En concreto, vemos con satisfacción cómo este Real Decreto permite que los profesores de Religión tengan un contrato indefinido, lo que repercutirá positivamente en su contratación y en su estabilidad. Con este nuevo contrato, los profesores de Religión no tendrán que renovar anualmente sus contratos y, además, como el resto de los trabajadores y trabajadoras, podrán sumar trienios a sus salarios. La Federación de Enseñanza de USO respeta que sean los correspondientes ordinarios los que velen para que los profesores de Religión cumplan los lógicos requisitos para poder impartir una enseñanza de estas características. También, como hemos reivindicado en estos últimos años, nos parece justo que en la asignación de los destinos se respeten los principios de igualdad, mérito, capacidad y publicidad.

Sin embargo, aun estando satisfechos por esta Real Decreto, pensamos que la LOE va a traer consigo un considerable recorte de la presencia de esta asignatura en los centros públicos. De nada va a servir que se mejore su situación laboral si por otro lado se ahoga esta asignatura, lo que repercutirá negativamente en la situación laboral de estos docentes, que verán cómo se recorta sustancialmente su tiempo de dedicación y, por tanto, las horas de enseñanza de esta asignatura. Siempre hemos defendido, también, que la mejor decisión para garantizar el futuro laboral del profesorado de Religión pasa por prestigiar esta asignatura, por considerarla una asignatura más del currículo de los alumnos. Y precisamente este Gobierno hace todo lo contrario.