Desde FEUSO Andalucía nos alegramos de que la administración sanitaria haya decidido atender nuestra petición –realizada formalmente a finales de enero, tal y como recogimos en esta noticia– de que los profesionales de la enseñanza fueran considerados prioritarios en el proceso de inmunización contra la COVID-19, al igual que sucede en otros países. El director del Plan Estratégico de Vacunaciones de Andalucía, David Moreno, ha anunciado hoy mismo que la vacunación contra el coronavirus comenzará la próxima semana en los docentes de Educación Infantil, Primaria y Secundaria con la vacuna creada por el laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford, y que en España ha sido indicada para personas con edades comprendidas entre 18 y 55 años.

Atendiendo al intervalo de edad para el que está indicada la vacuna de AstraZeneca y, teniendo en cuenta también que el Comité de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud, integrado por técnicos de las comunidades y el Ministerio de Sanidad, definió esta misma semana que los nuevos grupos prioritarios para inmunizarse del coronavirus serán los mayores de 80 y, tras éstos, los que tengan más de 70 y, a continuación, los mayores de 60 años, queda bien claro que las personas que tengan más de 55 años y menos de 60 actualmente no están contemplados por ninguna administración para priorizar su vacunación.

Nuestra propuesta pasaba por priorizar a todos los trabajadores de la enseñanza: docentes de todas las edades, así como PAS y Personal Complementario, olvidado por completo en el actual plan de vacunación

Consideramos este hecho como muy grave, dado que tan sólo en Andalucía existen miles de docentes comprendidos en ese rango de edades, personas que en muchos casos, y como producto de su edad, presentan cuadros de patologías crónicas o situaciones que les hacen especialmente vulnerables frente al coronavirus, por lo que se tendría priorizar la vacunación sobre ellos con las dosis indicadas.

Este sindicato ya manifestó ayer esta postura en la Mesa Extraordinaria de la Enseñanza Concertada de Andalucía, en la que se insistió que la vacunación contra la COVID-19 sea para todos los trabajadores de todos los centros educativos andaluces –en este sentido, también se solicitaba que fuera extensible al PAS y al Personal Complementario, olvidados en este plan– y que no se deje atrás a ningún tramo de edad.

Es una incongruencia que, por un lado, las administraciones sanitarias traten de priorizar la vacunación a las personas mayores con las vacunas diseñadas por Pfizer y Moderna, que se han mostrado muy eficaces en estos colectivos poblacionales, y a la hora de inmunizar a los docentes excluyan precisamente a uno de los colectivos de mayor edad y más numeroso.

Por ello, apelamos al sentido común de la Junta de Andalucía y del Gobierno central para no dejar desamparados a esos profesionales que, a diario, están muy expuestos a posibles contagios en sus entornos laborales dado que pasan muchas horas junto a un número elevado de alumnos en las aulas de sus centros de trabajo.