El Juzgado de lo Social de Mieres ha dictado sentencia favorable a una profesora de Religión por la que se le restituye su jornada laboral. El magistrado-juez estima la demanda presentada por esta profesora de Religión contra la Administración del Principado de Asturias y revoca la medida de reducción de jornada impuesta a dicha profesora.
Este fallo y otros que se han ido produciendo son efecto de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que anula el decreto 82/2014 que establece el currículo de Educación Primaria en el Principado de Asturias en lo refiere al horario de Religión Católica (se reducía 6 horas) por no ser conforme a derecho.
Desde la sección sindical de Profesores de Religión de FEUSO-Asturias instamos a la Consejería de Educación a abrir un proceso negociador eficaz para restituir sus condiciones laborales al profesorado de Religión que se ha visto afectado por la aplicación de un decreto no ajustado a derecho. Recordamos que desde el 1 de setiembre, 22 profesores, madres y padres de familia, han visto reducida su jornada y por ello su salario en un 48%.
Así mismo, deseamos que la opinión pública asturiana conozca que es costumbre fuertemente arraigada en la Consejería de Educación tomar decisiones contra la asignatura de Religión o su profesorado, o simplemente no reconocerles derechos (sexenios, carrera profesional, convenio colectivo…), amparándose en la difusa normativa que regula las relaciones con este colectivo de trabajadores y remitirlos a los juzgados si no están conformes con sus decisiones.
Consideramos que un colectivo de trabajadores que lleva dando lo mejor de sí en favor de la escuela pública asturiana y que ejerce su profesión porque año tras año las familias eligen la asignatura de Religión para la educación de sus hijos no merecen este trato.
Son por estos motivos por lo que, una vez más, reclamamos la apertura de un proceso negociador orientado a formalizar un acuerdo sobre condiciones laborales del profesorado de Religión que evite que el profesorado de Religión, cumpliendo con las mismas obligaciones que el resto de profesorado, goce de menos derechos y se vea, una y otra vez, urgido a acudir a los tribunales de justicia para hacerlos valer.