Para abordar la problemática actual del profesorado de Religión tras la aprobación de la Ley Celaá, una delegación de la Comisión Ejecutiva de la Federación de Enseñanza de USO se reunió el 29 de enero con Alfonso Carrasco Rouco, presidente de la Comisión Episcopal de Educación y Cultura, y Raquel Pérez Sanjuán, también de la Comisión Episcopal.
Durante la reunión, el secretario general de FEUSO, Antonio Amate, planteó los problemas que la aprobación de la LOMLOE puede provocar tanto en la configuración y existencia de la asignatura de Religión como en la situación laboral del profesorado de Religión. Desde FEUSO se criticó la manera en que el Ministerio de Educación ha llevado a cabo los trámites de la nueva Ley, sin dialogar con los agentes sociales ni con los representantes sindicales del profesorado de Religión. De entrada, a la espera del desarrollo de los Reales Decretos, la asignatura de Religión puede convertirse en una asignatura secundaria y marginal, lo que incidirá de manera negativa en la ya de por sí inestable situación de este colectivo de docentes.
Por parte de la Conferencia Episcopal, tanto Alfonso Carrasco como Raquel Pérez mostraron su preocupación por el futuro de la asignatura de Religión: si la asignatura de Religión no cuenta con suficiente prestigio en el currículo, el profesorado de Religión es el que pagará las consecuencias. A la hora de elaborar la LOMLOE no se ha tenido en cuenta ni la libertad de las familias que eligen de manera voluntaria esta asignatura, ni la conveniencia de apostar por una educación integral y en valores.
Durante la reunión, tanto los representantes de FEUSO como de la Conferencia Episcopal manifestaron su deseo de establecer cauces de comunicación y de diálogo para trabajar en beneficio de la libertad de las familias y de la estabilidad del profesorado de Religión, que hace posible que las familias puedan ejercer el derecho a una educación religiosa que les consagra la Constitución y los acuerdos internacionales.