- Es necesario un cambio en las leyes electorales.
- Hay que reactivar la actividad productiva para generar empleo.
- Reformas fiscales y del sistema financiero.
La Unión Sindical Obrera (USO) valora positivamente la participación de los ciudadanos en las elecciones generales celebradas ayer y felicita a los ganadores de las mismas, esperando que se produzca una rápida configuración del nuevo gobierno. Tras analizar los resultados de los comicios, la USO considera que los partidos políticos deben tomar nota sobre el incremento de la abstención y los votos nulos y en blanco emitidos, por evidenciar una brecha abierta de desafecto de una parte de la ciudadanía que reclama cambios más justos y participativos en la forma de hacer y articular la política. Por ello sigue considerando que es necesario una reforma de la ley electoral, tanto en el ámbito político como en el sindical, para que los resultados de los procesos electorales y el computo de los mismos permita una mayor presencia de las organizaciones de ámbito estatal, que se vienen considerando como minoritarias y que acreditan, en muchos casos, una audiencia electoral mayor que otras que circunscriben su ámbito de actuación a un determinado ámbito territorial. Esta modificación conllevaría fijar como mínimo de referencia la obtención del mismo porcentaje de audiencia electoral para las organizaciones sindicales y políticas.
La USO pide al nuevo parlamento que se va a conformar, que por encima de los intereses particulares de cada formación deben estar los intereses generales de los ciudadanos y ante la actual situación de crisis económica, todos los agentes sociales y los partidos políticos, debemos ser ejemplares en la gestión de los recursos públicos y tenemos que hacerlo bajo criterios de austeridad en el gasto, de autofinanciación y transparencia.
El nuevo Gobierno debe abordar con carácter de urgencia, entre otras, las siguientes cuestiones:
- El cambio de orientación de las políticas económicas para priorizar la creación de empleo estable, pleno y con derechos, mediante la reactivación de la actividad productiva y económica, vertebrando un nuevo modelo de crecimiento a partir de la incentivación de los sectores productivos de alto valor añadido, especialmente el sector industrial, articulando planes estratégicos en infraestructuras, nuevas tecnologías, innovación y capacitación, logística de transporte de mercancías y un plan energético nacional que haga competitiva nuestra industria y limite su dependencia exterior, a la vez de ser medioambientalmente sostenible.
- La elaboración de una agenda de política social entre el Gobierno de España y los de las diversas Comunidades Autónomas que refuerce nuestro sistema de protección social, muy especialmente las pensiones, la sanidad, la dependencia y la educación, y que combata las desigualdades, la pobreza y la exclusión social, más en momentos tan necesarios y en muchos casos tan dramáticos como los actuales.
- Acometer una reforma fiscal realmente justa, que acabe con los subterfugios de evasión de impuestos, que persiga implacablemente el fraude fiscal, y que haga que todos los ciudadanos contribuyan progresivamente a los ingresos realmente percibidos.
- Una reforma en profundidad de los mercados y entidades financieras, poniendo coto a la especulación, al falseamiento de balances y a los bonus y primas de sus directivos, haciendo que respondan a su cometido principal de inyectar liquidez a la actividad productiva, muy especialmente a los autónomos y pequeñas y medianas empresas, que generan en nuestro país la parte sustancial del empleo y riqueza del mismo.