La lucha por la integración laboral y social de las personas afectadas por alguna discapacidad se encuentra dentro de los objetivos de la USO. La discapacidad debe estar presente en las organizaciones sindicales, desde la presencia de los y las trabajadoras en las listas sindicales y en los órganos de representación y debemos luchar para conseguir la plena integración en el mundo laboral, a través de nuestra labor de formación, sensibilización y, sobre todo, en la negociación de los convenios colectivos.
La tasa de actividad de las personas con discapacidad, según el Informe del Mercado de trabajo de las personas con discapacidad , publicado por el Observatorio de las ocupaciones, según los datos 2014, es del 37%, casi 40 puntos inferior a la de la población sin discapacidad. La diferencia entre hombres y mujeres con discapacidad es de 5,6 puntos a favor de los hombres, siendo de 12,6 puntos en la población en general respecto de la menor tasa de actividad de las mujeres.
El aumento de las personas paradas con discapacidad es constante en los últimos 10 años, siendo el único colectivo con dificultades de inserción. La tasa de desempleo entre la población con discapacidad es del 35%, frente al 26% del resto de la población.
Destaca asimismo la escasa participación en el mercado de trabajo, con una tasa de actividad del 37,40%, casi 40 puntos inferior a la de la población sin discapacidad. Esta tasa ha aumentado ligeramente desde 2009. El número de personas con discapacidad inactivas aumenta notablemente con la edad y el grado de discapacidad reconocido.
En términos de género, sin embargo, la tasa de actividad de las mujeres con discapacidad (34,30%) resulta más próxima a la masculina (39,90%) que en la población sin discapacidad. La mayoría de los trabajadores con discapacidad son asalariados, tienen contrato indefinido, a jornada completa y desempeñan su actividad en el sector Servicios.
El desempleo aumentó en mayor medida para el colectivo de personas con discapacidad que para el resto, tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres.
En el Día Internacional por las Personas con Discapacidad, desde USO exigimos:
El cumplimiento de la normativa de igualdad de trato que prohibida toda discriminación por motivos, entre otros, de discapacidad.
La aplicación efectiva del cupo de reserva y/o de las medidas alternativas, exigiendo a las empresas la obligación de cumplir sus obligaciones en esta materia.
Seguiremos solicitando en las negociaciones que se aumente al 3% el cupo de reserva para personas con discapacidad, en empresas tanto públicas como privadas, teniendo en cuenta que no nos debemos quedar solo con esa medida sino que deberá ir unida a otras acciones de información y sensibilización que acaben con los prejuicios acerca de las capacidades de las personas con discapacidad.
La supervisión de los centros especiales de empleo para que no utilicen su singularidad para hacer competencia desleal al resto de empresas. Al tener sus trabajadores/as la condición de personas con discapacidad, deben emplear solamente a trabajadores y trabajadoras con discapacidad que por sus especiales características no puedan trabajar en la empresa ordinaria velando, a su vez, por el fiel cumplimiento de los derechos de los mismos, ya que al tratarse de un colectivo vulnerable y debilitado, se constata su alta precariedad.
Es necesario plantear una nueva Estrategia Global de Acción para el Empleo de las Personas con discapacidad que asegure el cumplimiento de la Ley y vaya más allá estableciendo medidas que eliminen las barreras que impiden a las empresas contratar a las personas con discapacidad. Mientras no se sensibilice a las empresas acerca del potencial y todo lo positivo que puede traer a su empresa una persona con discapacidad dará igual establecer obligaciones, que ni se cumplen ni se sancionan.
El principal obstáculo que las empresas alegan es la adaptación al puesto de trabajo, según los departamentos de selección es difícil encontrar un puesto de trabajo acorde a las necesidades de la empresa y a las características de las personas a contratar, sobre todo por falta de medios, conocimientos sobre el colectivo y por la existencia de prejuicios.
Tendremos por tanto que luchar desde los sindicatos por que las adaptaciones se puedan llevar a cabo y los delegados de prevención de riesgos tengan la formación necesaria para colaborar con la empresa para que la adaptación no sea un obstáculo.
Lo que nos piden las organizaciones de personas con discapacidad es que favorezcamos la inclusión en el empleo ordinario, acciones formativas en igualdad de oportunidades, participar en las acciones sindicales, elaborar estudios conjuntos, garantizar la igualdad de condiciones laborales y la cuota de reserva y que la discapacidad esté presente de forma trasversal y como un punto especifico en nuestras negociaciones colectivas.