La reincorporación de trabajadores que han pasado por un cáncer obliga a tomar medidas especiales de PRL por los graves efectos secundarios.

La Prevención de Riesgos Laborales (PRL) en trabajadores que han padecido cáncer es una cuestión de gran importancia. Se debe garantizar su bienestar en la vuelta al entorno laboral. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un colectivo que, a pesar de haber recibido el alta médica, pueden conservar secuelas o efectos secundarios que se prolongan en el tiempo. Ya que se trata de una enfermedad grave con tratamientos muy agresivos.

El gabinete de Salud Laboral de USO trae algunas recomendaciones y medidas. Con ellas, se protege la seguridad para las personas trabajadoras que padecen esta enfermedad.

Una evaluación médica personalizada

Hay que tratar al trabajador recién incorporado de forma individual y especial. Para ello, debemos programar:

  • Revisión médica: realizar una evaluación personalizada para determinar su capacidad. Así como cualquier limitación específica derivada de su tratamiento o condición.
  • Seguimiento continuo: establecer un plan médico regular para controlar su salud. De esta forma, se detectará cualquier recaída o complicación a tiempo.

Adaptación del puesto de trabajo tras la baja por cáncer

Las condiciones de salud del trabajador reincorporado pueden ser diferentes. Hay que tener en cuenta:

  • Ergonomía: adaptar el puesto de trabajo para él. Así se minimiza el riesgo de fatiga y estrés físico.
  • Flexibilidad horaria: considerar la posibilidad de adaptación o reducir su jornada. Sobre todo, si el trabajador se está recuperando o tiene citas médicas frecuentes.

Gestión del estrés y apoyo psicosocial

La adaptación al puesto de trabajo en el retorno no es sólo física. Necesita también medidas de PRL en materia psicosocial:

  • Apoyo psicológico: servicios para ayudar al trabajador a manejar su estrés. Así como la ansiedad relacionada con su salud y su trabajo.
  • Entorno laboral: fomentar que este sea comprensivo y tolerante. La persona trabajadora debe sentirse cómoda comentando sus necesidades y preocupaciones.

Educación en PRL y sensibilización

  • Formación a compañeros y responsables: capacitar a los demás para apoyar a los trabajadores que han padecido cáncer. Se debe promover la comprensión y la empatía.
  • Información sobre riesgos específicos: comunicar las amenazas de su enfermedad y su tratamiento. Además, se debe informar de como evitarlos.

Prevención de riesgos específicos

  • Exposición a sustancias tóxicas: minimizarlas en el entorno laboral. Puesto que estas podrían aumentar el riesgo y traer complicaciones a su cáncer.
  • Condiciones de trabajo seguras: también deben ser saludables. Para ello, hay que tener un control adecuado de los factores de riesgo. Tales como la radiación, el polvo, los químicos y otros agentes peligrosos.

Política de reinserción laboral

  • Programa de reinserción: ayudar a reintegrarse al trabajo de manera segura y efectiva.
  • Evaluación de capacidad laboral: ajustar las responsabilidades del trabajador y sus tareas.

Necesarias medidas en PRL para la vuelta tras el cáncer

Desde USO, manifestamos la necesidad de proteger los derechos del trabajador. Hay que dotarlo de un entorno laboral seguro y no discriminar por motivos de salud. Además, consideramos que la implantación de medidas de PRL no solo protege la salud del trabajador que ha padecido cáncer. También fomenta un ambiente respetuoso. La clave está en la individualización de la prevención y en la comunicación abierta entre todas las partes.