Desde FeUSO nos parece muy interesante compartir este artículo de la publicación especializada Exitoeducativo.net, mediante el cual se hacen eco de un guía de apoyo psicosocial para docentes con claves para asistir a estudiantes afectados por la DANA, que ha desarrollado un grupo de psicólogos voluntarios.

En respuesta a la reciente DANA que ha golpeado a la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía dejando un rastro de daños e impactando emocionalmente a la población, incluidos estudiantes y docentes, un equipo multidisciplinario de psicólogos ha creado una guía de apoyo psicosocial destinada al personal docente, brindándoles herramientas y estrategias para acompañar a sus estudiantes en el regreso a clases tras esta experiencia traumática. En medio de estos eventos, los centros educativos no solo se enfrentan a los retos logísticos y estructurales, sino también a la necesidad de brindar apoyo emocional y psicológico a sus comunidades. En este contexto, es fundamental que los docentes cuenten con herramientas de autocuidado y estrategias para acompañar a sus estudiantes en estos momentos de crisis e incertidumbre

Este recurso, elaborado por un grupo de profesionales entre los que se incluyen Quim MairalPaola BuenoMònica CerezoLucía Giménez y Aurora Tur, entre otros, no pretende sustituir la ayuda psicológica formal, sino ofrecer pautas prácticas para identificar y gestionar reacciones emocionales comunes en el aula. Se espera que esta guía sirva como apoyo para los docentes que, además de lidiar con su propio bienestar, se encuentran en una posición crucial para brindar apoyo emocional a sus alumnos.

Reacciones emocionales normales tras una catástrofe

Tras una situación traumática, los estudiantes pueden experimentar una variedad de emociones, como miedo, ansiedad, tristeza o confusión. También pueden aparecer síntomas de estrés postraumático (TEPT), como pensamientos recurrentes sobre el evento, evitación de recordatorios y cambios en el estado de ánimo. Es importante que los estudiantes sepan que estas reacciones son normales y que no están solos en sus sentimientos. 

Detectar la necesidad de ayuda emocional

Algunos estudiantes pueden presentar señales de que necesitan apoyo emocional, como el miedo persistente a que el evento se repita, la pérdida de apetito, el llanto frecuente, las alteraciones del sueño o los comportamientos de apego excesivo a sus figuras de referencia, entre otras. Estos indicadores deben ser monitoreados y, si los síntomas persisten, podría ser conveniente considerar apoyo profesional. 

Facilitar la expresión emocional

Crear un espacio seguro en el aula permite a los estudiantes sentirse cómodos para expresar sus emociones. Es fundamental fomentar la confianza, escuchar con respeto y validar las experiencias de cada estudiante. Una postura de escucha activa y una comunicación asertiva ayudan a que los alumnos se sientan comprendidos y respetados. 

¿Qué hacer si un estudiante no quiere hablar?

Algunos estudiantes podrían no estar listos para hablar sobre lo ocurrido. Es importante respetar su silencio y ofrecerles opciones alternativas de expresión, como el dibujo o la escritura. Crear un ambiente seguro en el aula y observar cualquier síntoma de alerta también ayuda a que los estudiantes se sientan acompañados en su propio proceso. 

Mantener la calma en momentos de ansiedad en el aula

Los docentes pueden modelar la calma practicando técnicas de respiración, usando una voz reconfortante y mostrando una actitud de autocuidado. La sensación de seguridad en el aula es clave para que los estudiantes también se sientan en un espacio confiable donde pueden relajarse y gestionar su ansiedad. 

Apoyo para estudiantes en duelo

El duelo es un proceso complejo que requiere apoyo especial. Algunos estudiantes querrán hablar de su pérdida, mientras que otros no. Se recomienda ofrecer actividades como el dibujo o los rituales de despedida y evitar frases que minimicen la pérdida. La validación del dolor y el apoyo grupal ayudan a que los estudiantes se sientan acompañados en su duelo. 

Escuchar y validar las emociones de los alumnos

La escucha activa es esencial para que los estudiantes se sientan comprendidos. Reformular lo que expresan, permitir que sus emociones fluyan y evitar juicios o interrupciones son estrategias útiles para que los alumnos se sientan valorados y escuchados. 

Afrontar la incertidumbre sobre el futuro

En momentos de crisis, muchos estudiantes se preocupan por el futuro. Los docentes pueden ayudarlos a enfocarse en el presente, establecer rutinas diarias y fomentar el diálogo abierto sobre sus inquietudes. Reconocer y validar sus miedos mientras se promueve la esperanza y la resiliencia es clave para ayudarlos a enfrentar la incertidumbre. 

Fomentar el autocuidado entre los docentes

El bienestar del personal docente también es esencial para brindar apoyo a los estudiantes. Se recomienda establecer límites entre la vida laboral y personal, tomar pausas y reducir la exposición a noticias sobre la catástrofe. La colaboración y el apoyo mutuo entre compañeros son fundamentales para el autocuidado. 

Acceso a ayuda y recursos adicionales

Los docentes deben aprovechar los recursos disponibles en sus centros, como el equipo de orientación y el gabinete psicológico, que pueden ofrecer herramientas y estrategias de apoyo. En caso necesario, buscar ayuda psicológica externa es una opción para aquellos que necesitan apoyo especializado en trauma y duelo. 

Esta guía de apoyo psicosocial se convierte en una herramienta esencial en estos momentos de recuperación, reafirmando el papel del docente no solo como educador, sino como pilar de apoyo emocional para sus alumnos. 

Puedes consultar la guía completa en el Linkedin de Quim Mairal, coordinador del grupo de psicólogos voluntarios que han desarrollado esta guía (Pinchar aquí)