Los trastornos musculoesqueléticos son unos trastornos físicos de origen laboral, con unos síntomas más o menos bien definidos que producen deterioro físico y discapacidad en los trabajadores. Son uno de los problemas de salud laboral más frecuentes en nuestro país y también en Europa. Según fuentes citadas por la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, el 25% de los trabajadores del conjunto de los 27 países que forman la Unión Europea manifiestan sufrir dolor de espalda y el 23%, dolores musculares.
Los trastornos musculoesqueléticos (TME) son el grupo de trastornos más importante en todo el sector productivo, incluido el colectivo de los trabajadores de la enseñanza.
Cualquier parte del cuerpo es susceptible de padecer estos efectos nocivos, pero los más frecuentes se producen en la espalda (región cervical y lumbar), aunque los que más afectan a los profesionales del sector docente son los que dañan al cuello y a las extremidades superiores (TMOLCES).
Los trastornos musculoesqueléticos en el cuello y en las extremidades superiores son alteraciones de estructuras corporales -como los músculos, articulaciones, tendones, ligamentos, nervios, huesos y el sistema circulatorio-, causadas y agravadas fundamentalmente por el trabajo y el entorno en el que se desarrolla. La mayor parte de ellos tienen su origen en el ejercicio repetido de una fuerza aparentemente moderada que se prolonga durante un periodo de tiempo largo. Esta situación puede desembocar en fatiga muscular y lesiones microscópicas en los tejidos blandos del cuello y las extremidades superiores.