Con el próximo cambio de hora, se produce un atraso de una hora, es decir, a las 3:00 serán las 2:00 horas. Esta situación, además de las repercusiones en nuestra salud, también tiene consecuencias sobre la jornada de las personas que trabajan en horario nocturno, ya que realizarán una hora más.
En estos casos, es fundamental revisar si nuestro convenio colectivo regula algo al respecto, si se trata de turnos rotativos o de empleo temporal.
Así, cuando se trata de personas trabajadoras con contrato indefinido y turno nocturno, se suele compensar la hora de menos del cambio de horario de verano con la hora de más en el horario de invierno.
¿Y en el caso de rotación de turnos o empleo temporal?
Normalmente, los convenios de sectores o empresas que realizan servicios en horarios nocturnos y tienen establecidos turnos rotatorios suelen contemplar esta situación. Es habitual que la hora de exceso se compense con descanso o se abone según se especifique en el convenio. También por convenio se puede adaptar el horariode entrada o salida según como afecte el cambio de hora oficial.
En el caso de que nuestro convenio no recoja nada al respecto, como siempre, tenemos que recurrir al Estatuto de los Trabajadores que en su artículo 35 establece qué son horas extraordinarias -“las que se realicen sobre la duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo”- y que, en ausencia de regulación sobre su abono “se entenderá que las horas extraordinarias realizadas deberán ser compensadas mediante descanso dentro de los cuatro meses siguientes a su realización”.
Desde USO recomendamos recoger esta situación en la negociación colectiva tanto para establecer su compensación o retribución como para regular la adaptación del horario tanto en los casos de cambios de hora de invierno como en verano en el caso de trabajadores con empleo temporal o de rotación de turnos.
¿Este cambio de hora afecta a mi seguridad y salud laboral?
La respuesta es afirmativa. Está demostrado que los cambios de horario, ya sea por viajar y cambiar de zona horaria o, como en este caso, variar la hora con fines de aprovechamiento energético, incide en el cuerpo y la salud.
Cualquier factor que afecte a nuestra salud, afecta a nuestro trabajo y puede tener consecuencias en la seguridad y salud laboral.
Cambios que afectan al sueño y descanso
Estos cambios afectan principalmente a nuestro ciclo de sueño y de descanso. Nuestro cuerpo tiende a seguir unas rutinas determinadas, sobre todo en lo referente al sueño y la alimentación. Cualquier alteración de estas rutinas, por pequeña que sea, provoca efectos sobre nosotros.
El cambio de hora supone una alteración de estas rutinas, pudiendo parecer que una hora adelante o atrás es un cambio mínimo que no debería ser capaz de afectarnos. Sin embargo, cada vez que nos encontramos en esta situación -en el caso de España, dos veces al año-, la mayoría de nosotros va a experimentar algunos síntomas provocados por el cambio de hora.
En este caso, el reloj se atrasa, por lo que, durante unos días, nuestro cuerpo, guiado por la rutina de nuestro reloj biológico va a experimentar sensación de sueño y cansancio por verse “obligado” a retrasar esas acciones, por lo menos una hora.
¿Qué puedo experimentar?
Cansancio, irritabilidad, falta de concentración, etc. Todo esto, en algunos trabajos o tareas, puede resultar un factor de riesgo añadido a los que ya forman parte del mismo.
Las actividades que requieren un elevado nivel de atención, concentración o destreza pueden ver su nivel de riesgo aumentado por el cansancio, somnolencia y falta de concentración que sufrimos tras el cambio de hora.
Aquellas actividades donde la atención al público suponga el grueso de la jornada, también pueden experimentar un aumento en cuanto al riesgo psicosocial. Al estar más cansados, aumenta nuestra irritabilidad y tendemos a bajar nuestro nivel de tolerancia ante lo que implica tratar con personas: falta de modales, malas contestaciones, falta de respeto, etc.
USO recomienda un cambio gradual en las rutinas
Desde USO te recomendamos que, para minimizar la aparición de estos síntomas, realices un cambio gradual en las rutinas. Sobre todo, a la hora del descanso, aprovechando que anochece más temprano, intenta organizar las tareas de tu vida fuera del horario laboral procurando que aquellas que impliquen no estar en casa las puedas realizar tras el trabajo, a ser posible. Reserva aquellas que realizamos en casa para última hora de la tarde; con esto estamos acostumbrando al cuerpo a asociar la llegada a casa con el descanso y habituándolo al nuevo horario y ciclo de luz.
También es importante llevar una dieta sana y equilibrada y practicar ejercicio físico con regularidad.
Para finalizar, es importante que, a la hora de dormir y descansar, lo podamos hacer en entornos tranquilos y relajantes para favorecer el sueño y el descanso.