«En primer lugar, señorías, desde la UNIÓN SINDICAL OBRERA, queremos agradecerles sinceramente que nos hayan facilitado esta comparecencia para dejar constancia de nuestra posición singular respecto a la futura Ley de Educación de Andalucía.

El amplio consenso social, absolutamente necesario para estabilizar un asunto tan decisivo y estratégico como la educación, no fue posible con la L.O.E. y lo lamentamos sinceramente. Ahora, en Andalucía, lamentaríamos que, otra vez más, no se agotaran todos los esfuerzos para lograr el PACTO SOCIAL POR LA EDUCACIÓN que venimos reclamando y que la sociedad nos demanda con urgencia.

En la USO creemos que la L.E.A. se ha venido gestando de manera muy acelerada, sin limar escollos importantes y sin la profunda reflexión exigible para encontrar las soluciones más eficaces, que nos exigen estos tiempos, con un altísimo índice de fracaso escolar en Andalucía, como periódica e insistentemente, nos recuerdan los informes educativos europeos y del propio Ministerio de Educación, de cuya objetividad y rigurosidad nadie duda.

Además, manifestamos nuestro malestar por el evidente tacticismo empleado con desmesura, por la administración educativa andaluza, que se está buscando apoyos interesados en diferentes sectores sociales con los que se pactan acuerdos previos, cuya aplicación se condiciona a que la Ley de Educación de Andalucía sea aprobada. Cuando, creemos, debería ser justamente al revés. Primero una buena ley y, a continuación, los acuerdos.

En la USO creemos que la futura L.E.A. debería impulsar activamente un modelo de buen ciudadano, que se gesta construyendo un modelo de buen estudiante. Sin ambages, creemos que el estudiante, antes que nada, debe estudiar, sacrificarse, esforzarse, trabajar disciplinadamente. Como el buen deportista, el buen alumno, difícilmente logrará desarrollarse de manera fibrosa y armónica sin un trabajo constante. Estos conceptos que conforman la denominada “cultura del esfuerzo”, para la USO son importantes; pero en el proyecto de la L.E.A. aparecen con mucha tibieza, casi “a escondidas”.

En este sentido, y porque es un asunto de actualidad, desde la USO manifestamos nuestro total rechazo a la medida anunciada por el Presidente de la Junta de Andalucía, de abonar 6.000 € a los estudiantes que, una vez finalizada la ESO, prosigan los estudios de Bachillerato. Nos parece una medida equivocada, que desincentiva la iniciativa y el esfuerzo personal que pretendemos, y fomenta el acomodo, propio de las sociedades subvencionadas.

Defendemos que cualquier alumno o alumna que pretenda seguir sus estudios, y tenga dificultades económicas, tiene que tener la seguridad de que la sociedad, siendo solidaria, les va a facilitar todos los recursos que necesite. Por tanto, decimos sí a las becas y ayudas a quienes las precisen y en la cuantía necesaria; pero no estamos de acuerdo con las subvenciones generalizadas, que pueden subir unos índices estadísticos, pero hundirán las expectativas y la vitalidad de la sociedad andaluza.

Además, creemos que el profesorado es una pieza clave y decisiva en la educación y que su incuestionable autoridad debe ser reforzada. Para nosotros no cabe situación más angustiosa que contemplar con patetismo e impotencia las innumerables faltas de respeto y agresiones, cada vez más frecuentes, que sufre el profesorado, dentro y fuera del centro de trabajo.

Para la USO el profesorado es el receptor del encargo más importante de toda la sociedad: formar a los futuros ciudadanos y ciudadanas para hacer posible una sociedad justa, solidaria, comprometida, respetuosa, crítica, etc. Para nosotros, no hay duda, el profesorado tiene toda la autoridad moral que le otorga la sociedad para cumplir sus fines. Pero también debe tener autoridad real. Y en este sentido, nuevamente, las medidas que contempla el Proyecto de la L.E.A. son, a nuestro juicio, bastante discretas.

En general, compartimos lo recogido en el Proyecto de la L.E.A. referido a las enseñanzas, a la equidad en la educación y a los centros educativos.

En relación con los aspectos laborales de los trabajadores de la enseñanza, que se recogen en la texto, la posición de la uso es, según los casos, bastante dispar.

Para el profesorado de los centros públicos, dependientes de la Junta de Andalucía, compartimos en general, la regulación que se dispone, así como las medidas que se establecen en relación con la formación, la promoción profesional, y el reconocimiento, apoyo y valoración de la actividad docente. De igual modo, compartimos lo que se contempla en el texto para el personal de administración y servicios de estos mismos centros públicos.

En relación con el profesorado de religión de los centros públicos de primaria, recordamos que en la actualidad es personal laboral dependiente del Ministerio de Educación. Además, tienen una relación directa con la Jerarquía de la Iglesia. Esta doble dependencia, hace que la defensa de sus intereses laborales resulte complicada. Comprenderán fácilmente nuestra insistencia para que la futura L.E.A. haga posible la inmediata transferencia de las competencias de este personal a Andalucía, tal y como contempla la Disposición Adicional Tercera. Punto 2 de la L.O.E. De este modo, las diferentes organizaciones sindicales, podremos resolver los problemas de estos trabajadores y atender con mayor eficacia sus reivindicaciones.

En último lugar, nos vamos a referir a un colectivo de casi 17.000 trabajadores, a los que el Proyecto de la L.E.A. omite por completo. Nos referimos a los trabajadores de la enseñanza concertada, que están desaparecidos de esta ley.

¿Qué decirles de la enseñanza concertada andaluza en estos momentos? Muchas de sus señorías conocen sobradamente estos centros porque escolarizan, o han escolarizado, a sus hijos en los mismos. Saben que son perfectamente homologables a los centros públicos andaluces. El último informe sobre el sistema educativo, del Consejo Escolar de Andalucía, referido al período 2003-2005, no deja lugar a dudas. Las ratios referidas a la solidaridad y a la participación democrática son ya similares en ambas redes.

En la USO estamos convencidos de que los verdaderos artífices de estos centros, los que hacen posible la plena escolarización y la libertad de elección de centro por los ciudadanos, son los trabajadores de los centros concertados. En el proyecto de la L.E.A. aparecen los centros concertados, pero se omite por completo a los trabajadores y trabajadoras de la enseñanza concertada, de los que no hay referencia alguna.

Es indiscutible que la ley, además de tener una función reguladora, tiene una función de reconocimiento. Todas las leyes educativas estatales en democracia, desde la LODE en 1985, hasta la LOE, en 2006, pasando por la LOGSE, la LOPEGCE y la LOCE, han contemplado a los trabajadores de los centros concertados, que han sido regulados por ellas y se han sentido reconocidos en las mismas.

Para la USO es inaceptable que la primera Ley de Educación propia de Andalucía discrimine a estos trabajadores andaluces -a los que ni siquiera menciona-, y que no recoja sus históricas reivindicaciones, referidas a la homologación retributiva y de las condiciones laborales, respecto a los trabajadores de los centros docentes públicos.

En consecuencia, desde la USO, instamos a sus señorías a que trasladen estas reflexiones y esta demanda a sus respectivos grupos parlamentarios para que el texto final de la L.E.A. recoja las aspiraciones de los trabajadores de los centros concertados, ordinarios o de educación especial, sean docentes, de administración o de servicios, de tal manera que se vean reflejados y reconocidos en esta histórica ley andaluza.

Nuevamente les agradecemos su atención y su interés por conocer la posición de la USO respecto a la L.E.A. y les manifestamos nuestra permanente disposición de colaboración, ahora y en el futuro, de manera crítica, leal y constructiva, para lograr la mejor educación para todos los ciudadanos. En la USO estamos firmemente convencidos de que la educación es el instrumento más poderoso que tenemos las personas para llegar a tener iguales posibilidades y para lograr sociedades libres, justas y solidarias.

Y porque estamos igualmente convencidos de que la educación debe tener un marco estable de referencia, les volvemos a instar a la construcción del gran PACTO SOCIAL POR LA EDUCACIÓN, que la USO insistentemente viene reclamando.

Ahora, en Andalucía, tenemos una oportunidad histórica. Debemos aprovecharla.

Muchas gracias.»