En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad conmemoramos los esfuerzos por la inclusión plena del colectivo que ha experimentado un gran avance, debido a la visibilización de las necesidades de este grupo de población en situación de vulnerabilidad y los compromisos adquiridos por los estados firmantes de la Convención sobre los derechos de las Personas con Discapacidad. Sin embargo, nos preguntamos cuánto tanto hemos avanzado en la inclusión laboral de las personas con discapacidad.
La discapacidad, condicionante para salarios inferiores
De acuerdo con la Encuesta Anual de Estructura Salarial y de la Base estatal de las personas con discapacidad, ambas del año 2021, el salario medio anual bruto de los trabajadores por cuenta ajena con discapacidad fue de 21.544,2 euros en 2021, un 3,6 % más que en el año anterior. Esta cifra fue un 17,2 % menor que la de las personas sin discapacidad (26.030,0 euros). Con estos datos podemos apreciar que el tener algún tipo de discapacidad es, en sí misma, un condicionante para acceder a un salario inferior.
Otro factor de análisis determinante de los ingresos de las personas con discapacidad es el tipo de discapacidad que tienen. En ese sentido, quienes obtuvieron una mayor cantidad de ganancias fueron las personas con discapacidad física, quienes superaron en un 7,9 % el salario medio del colectivo. Por otra parte, quienes percibieron un menor ingreso son las personas con discapacidad intelectual, con una diferencia del 36,3 % respecto de la media del salario.
Así pues, podemos ver que mientras el salario medio de una persona sin discapacidad en el 2021 fue de 26.030 euros, el de las personas con discapacidad física fue de 23.240,70 euros; con discapacidad sensorial, 22.590,4 euros; con discapacidad mental recibieron un salario anual de 17.348,40 euros y, finalmente, quienes recibieron un ingreso menor fueron las personas con discapacidad intelectual (13.730,60 euros anuales).
De acuerdo al grado de discapacidad, también se observan diferencias salariales. De esta forma, según el grado de discapacidad es más alto el salario es inferior, en ese sentido las personas con un grado de discapacidad entre el 33 % y el 44 % perciben un salario anual promedio de 22.345,50 euros; las personas con un grado de 45% a 64% perciben 20.387,1 euros anuales y las personas con un grado de discapacidad del 65 % y más tienen un salario anual de 19 597,80 euros anuales.
¿Existe brecha de género en los salarios de las personas con discapacidad?
Analizando los ingresos de las personas con discapacidad por sexo, encontramos diferencias salariales entre mujeres y hombres con discapacidad resultando el salario de las mujeres un 10,3 % inferior. Resulta llamativo que la brecha salarial es inferior en el caso de las personas con discapacidad, ya que en el caso de personas que no tienen esta condición la brecha salarial es del 18,7 %.
¿Y el paro?
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística, referentes al mercado laboral, la tasa de paro en 2021 era de 14,7 % para personas sin discapacidad (12,9 % en el caso de hombres y 16,7 % mujeres). Por su parte, la tasa de paro aumenta si analizamos los datos de personas con discapacidad la cual se ubica en un 22,5 %. Si bien podemos apreciar que la diferencia entre hombres y mujeres es inferior en el caso de personas con discapacidad, la tasa de paro es sustancialmente superior que en el caso de personas sin discapacidad.
En este contexto, identificamos que en materia laboral existen aún condicionantes y barreras que afectan a las personas con discapacidad, las políticas de empleo y de incentivos a la contratación han logrado insertar paulatinamente a las personas con discapacidad en el mercado laboral, sin embargo, aún no hemos logrado eliminar todas las barreras y limitaciones que sociolaboralmente afectan a este grupo de población, dentro del que las mujeres son las que peores condiciones tienen.
Conviene reflexionar en torno a si las acciones afirmativas que se han emprendido durante los últimos años han cumplido con el objetivo de reeducarnos socialmente, o si por el contrario, seguimos infravalorando el trabajo de las personas con discapacidad y únicamente se aprovechan los incentivos a la contratación de personas con discapacidad.
Desde USO creemos que es inminente garantizar los derechos de las personas trabajadoras con discapacidad y garantizar un trato igualitario, sin ningún tipo de condescendencia o explotación encubierta de inclusión, la guía debe ser el respeto a su dignidad y lograr su inclusión en el mercado laboral. Es por ello que exigimos medidas que garanticen un trato igualitario y prevengan cualquier tipo de discriminación, exclusión y aprovechamiento de las personas con discapacidad. Por su plena inclusión, también laboral.
Más información:
FEUSO SALUD LABORAL nº 1086 – Soluciones transformadoras para un desarrollo inclusivo