Desde FEUSO Andalucía hemos reclamado a la Junta de Andalucía que disponga cuanto antes de un calendario para vacunar de la 3ª dosis frente a la COVID-19 a los profesionales del ámbito de la educación de Andalucía.

Esta solicitud la hemos realizado precisamente en el momento en el que muchos de los profesionales de los centros de educación vacunados en la región han superado los seis meses desde que recibieron la segunda dosis, tiempo en el que se mantiene vigente una alta protección de las vacunas basadas en ARN mensajero, como es el caso de las fabricadas por Pfizer o Moderna.

No obstante, se da también la circunstancia de que muchos profesionales del ámbito educativo recibieron la dosis de Astrazeneca, sobre la cual la propia estrategia de vacunación frente a la COVID-19 de la Junta de Andalucía establece que se aplique la tercera dosis a los tres meses de haberse completado la pauta con la vacuna creada por este laboratorio británico.

Ya hayan recibido la vacuna de Astrazeneca, la de Pfizer o Moderna, una gran mayoría de los profesionales de los centros de educación de Andalucía se encuentran actualmente desprotegidos frente a la COVID-19, ya que la práctica totalidad recibió las dos dosis correspondientes antes del pasado verano, por lo que es el momento que la Junta de Andalucía establezca un calendario concreto para que puedan recibir la 3ª dosis.

Por fortuna, actualmente no tenemos los problemas de disponibilidad de dosis a los que tuvimos que enfrentarnos meses atrás, por lo que no se entiende que la administración no haya articulado aún palabra sobre cómo afrontar la necesidad de aplicar la 3ª dosis correspondiente a unos trabajadores que, a diario, deben realizar su labor en espacios con una gran concentración de alumnos, y que tras los sanitarios y socio-sanitarios, son igualmente esenciales y también están más en contacto con no vacunados.

Desde FEUSO Andalucía pedimos a la Junta de Andalucía que, aprovechando una mayor disponibilidad de dosis, tenga sentido común y vacune cuanto antes a los profesionales de todos los centros educativos de la región, solicitando que se preste especial atención a los de Educación Infantil, que atienden a los menores con edades comprendidas entre los 0 y los 3 años, ya que el alumnado de estos centros no utilizan aún mascarilla y aún queda lejos que puedan recibir la vacuna, por lo que son los que están más desprotegidos ante el virus y pueden ser vectores de su transmisión, por lo que resulta necesario aplicar especial protección a los profesionales que les atienden, en su mayoría mujeres. Por supuesto, tampoco olvidamos a los profesionales de los centros de Educación Especial, cuyo alumnado es especialmente vulnerable al presentar de forma común otras patologías crónicas.