Bajo el lema ‘Cambiar el rumbo, transformar la educación’, el 24 de enero se celebra el Día Internacional de la Educación. La educación es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad colectiva. En este Día Internacional de la Educación, desde la Federación de Enseñanza de USO queremos destacar el papel que la educación, y de manera especial los docentes, desempeña en el desarrollo de todos los países. Para ello, debemos preocuparnos por mejorar su formación.

Tal y como se detalla en el reciente informe global de la UNESCO sobre ‘Los futuros de la educación’, transformar el futuro requiere reequilibrar de manera urgente la forma en la que nos relacionamos entre nosotros, con la naturaleza y con la tecnología que impregna nuestras vidas, que nos trae oportunidades innovadoras y, al mismo tiempo, plantea graves problemas de equidad, inclusión y participación democrática. Estos problemas son más evidentes cuando hablamos de niños y niñas con discapacidad. Es sabido que existe una brecha importante entre el nivel educativo de la población con y sin discapacidad de la misma edad.

La educación es la base de la sociedad e impulsa a la mejora del bienestar económico y personal, lo que deriva a una mejor salud, empleo, cultura, entre otros. En definitiva, contribuye a erradicar la desigualdad y a construir una sociedad mejor en la que todas las personas tienen derecho a elegir libremente y recibir una educación adecuada con independencia de si tienen o no una discapacidad o del tipo de discapacidad.

En esta época excepcional que estamos viviendo, provocada por la pandemia de coronavirus, no podemos seguir haciendo lo mismo de siempre. Desde FEUSO queremos señalar la buena disposición de los docentes para renovar sus métodos educativos y explorar nuevos caminos que ayuden a sus alumnos a ser mejores estudiantes y mejores personas. Esta actitud, reflejada en premios educativos y en experiencias exitosas, demuestra la capacidad de los docentes para estar constantemente actualizándose y formándose.

Los docentes saben que deben poner el día su preparación. En este sentido, nos sorprende, y mucho, el interés de los docentes por asistir a cursos de formación que les permiten actualizarse y aprender nuevos caminos. Se resalta poco este asunto, una de las claves de la educación. Y también se facilita muy poco, desde las Administraciones y las empresas, la participación de los docentes en los cursos de formación, que muchas veces deben realizar después de jornadas laborales agotadoras.

Si queremos cambiar el futuro, si queremos cambiar el rumbo, debemos repensar la educación y reforzar con generosidad la formación de los docentes. Tenemos que reparar las injusticias del pasado y orientar la transformación digital hacia la inclusión y la equidad. Para USO, el Día Internacional de la Educación debe ser una plataforma para hacer realidad el derecho fundamental de todos y todas, también de los niños y niñas con discapacidad, a la educación y construir un futuro más sostenible, inclusivo y pacífico.